miércoles, 7 de julio de 2010

Dos son compañía

Magma ondeando al viento. Anémonas ondulando casi amenazadoras, enmarcando un rostro hermoso y aniñado en el que brillan con luz propia esos dos gélidos tizones almendrados; Armadura completa sombría y funcional, ocultando y protegiendo un cuerpo que se adivina escultura animada. A la espalda porta una de esas funestas Espadas con vida propia, heraldos de muerte, HojasRuna las llaman. Incluso el aire le abre paso, temeroso, cuando camina. Su presencia provoca cuando menos respeto y sólo un inconsciente o un loco desoirían lo que el instinto de supervivencia dicta: Es una  poderosa depredadora. ¡Peligro!

¿Cuanto tiempo necesitó para evaluar a Margueritte y descartarla como rival? Fracciones de segundo que se le antojaron demasiado largas a la sacerdotisa.

La mirada que dedicó a Valdor fue muy diferente: Reconocimiento, amistad, nostalgia… Alegría ante el encuentro.

El brujo apresuró el paso para reunirse con ella, agradablemente sorprendido.

-¡Crowen! ¡Qué alegría!… No esssperaba encontrarte por aquí…

Corteses saludos y presentaciones. Con una punzada de ¿celos?, Margot se mantuvo discretamente al margen.

Que entre Valdor y la Dama de la Muerte había una relación muy profunda era más que evidente: La “química” flotaba en el aire.

Ellos tendían mucho que contarse y Margueritte no quería ser un estorbo, así que se despidió.

En solitario reemprendió el camino de vuelta a la cochambrosa posada de Molino Tarren.

Dos son compañía.

1 comentario:

  1. Me encanta como has descrito a Crowen, a ver si el día que me toca a mi lo hago la mitad de fidedigno de lo que lo haceis Ahti y tu XD

    ResponderEliminar

Por tu atención y tu opinión, mil gracias.