domingo, 21 de septiembre de 2008

De Espacio - Victorias Pírricas


Paseos en automóvil algunas tranquilas mañanas soleadas de sábado o domingo, fuera del casco urbano, por carretera secundaria concurrida; Guisos improvisados y listos en apenas diez minutos; Ceño fruncido y cara larga, gritos, porque no se cumplía como era debido; Mañanas de café con leche y compras en el mercado rodeada de cariño y tardes reposando hiperactiva; Cientos de pequeñas complicidades y algunas enormes discrepancias... El día a día, viviendo con total normalidad lo excepcional de permanecer con vida: Calma en el ojo del huracán.
¡¿Cuánto esfuerzo detrás de esa serenidad que nos brindabas?! Compartimos de alguna manera las noches en blanco: No dormía si tú no estabas en tu cama.; Escuchaba tus pasos vacilantes en el pasillo, camino del servicio y aguzaba el oído para asegurarme de que todo iba bien. Sabiéndote tan ferozmente independiente, sólo salí a tu encuentro cuando sentí que realmente necesitabas un brazo en que apoyarte para retornar al lecho. Oficié de gruñón perro guardián, según  mi costumbre. Y la que sería tu última noche entre nosotros, me diste las gracias. Aún no sé por qué, ¡si fuíste tú la que cargó con todo, desde siempre!.
Cuando se ejecutó, implacable, la Sentencia Firme, te quedaste en suspenso: Parecía que con un poco de iniciativa por nuestra parte pudiéramos burlar de nuevo las expectativas de los agoreros... No fue el caso y te dejamos sin lucha en manos de tu destino, esperando con los ojos abiertos. ¡A tí, a la persona que había demostrado hasta que punto la voluntad era más fuerte que la ciencia!.
Puede que, en definitiva, quisieras algo así para tu fin.... Sin embargo, no vieron tu mirada angustiada implorando auxilio quienes hablan de descanso y de consuelo: Por mucho que te estuvieras despidiendo, no sospechabas que era ÉSE tu MOMENTO, ¿verdad?. Y cuando te miró de frente la Muerte, sentiste miedo.

(21/09/2008 12:34)

martes, 16 de septiembre de 2008

De Espacio - Habeo


Pensar, sentir
para reprimir;
esforzarse
para fracasar;
entregarse*
para renunciar:
Es lo que hay.

Más allá de anhelos,
esperanzas y desvelos
nos quedan el Deber y la Rutina.
Y nos movemos torpemente
haciendo ver que estamos vivos.

(16/09/2008)

*Agradeceré al amable lector que considere "estrofas en blanco" las rimas de infinitivos, puesto que para mí rimar éstos es como Rimar Nada. Gracias.