sábado, 17 de enero de 2009

De Espacio - Caminando en Tierra de Nadie


Un pie delante de otro. Con cuidado. Un paso primero y el siguiente luego, procurando no mirar atrás. Inspirar, espirar y, cuando toque, expirar. Pero mientras, a lo que vamos: ¡Ojo!, sabemos que el sendero está minado. No valen excusas,  así que limpia ese rastro delator de sangre mientras intentas avanzar. Ni ruido ni aspavientos.
Y el paisaje, con todo, ha ido cambiando:
Antes marchábamos por un erial pedregoso bajo un ardiente sol de mediodía  implacable, omnipresente, omnisciente se diría. No había refugio posible y estábamos perpetuamente expuestos a su claridad cegadora. El aire, denso y a ratos extrañamente frío, no quería entrar en los pulmones y el único alivio a tanto ahogo era el propio sudor deslizándose bajo la ropa. La dureza del terreno acabó desgastando de tal manera a alguno que acabó tropezando impotente, descalzo, en carne viva, sintiéndose culpable por no poder mantener el ritmo ni cargar con ese peso. Momentos de descanso, los indispensables (más bien, los inevitables). El deber no admite justificaciones ni demoras.
El erial, casi por sorpresa, dio paso a una pradera. Un mar de hierba que atravesamos más bien por inercia, sin demasiado tino, al no tener el rumbo marcado ni idea de hacia dónde nos dirigíamos. Oímos decir que pronto pisaríamos terrenos más amables.
Onduladas colinas teñidas de un verde vivo, diríase que brillante, flores a ambos lados del camino y un clima primaveral. ¡Menuda diferencia! Al fin pudimos conocer lo que era transitar sin dolor... Sin embargo, si uno observa atentamente, al atardecer sentirá la llamada de los fuegos fatuos;  Percibo que la tierra se hunde poco a poco bajo mi peso y pronto me encuentro luchando por salir de una trampa llamada turbera. Sé que no me auxiliará nadie.
Hermoso y mullido el paraje, sí, pero muy peligroso para el caminante. Sin suelo firme, ni brazo en que apoyarse.
Así que...
¡Mucho cuidado!. Un paso primero y el siguiente luego. Recuerda no mirar atrás. Inspira, espira y, cuando llegue el momento, expira. Mientras tanto, a la tarea: ¡Ojo!, el sendero está minado. Nada de tonterías: limpia tu  rastro delator  mientras intentas avanzar. Y si te asfixias, hazlo sin ruido ni aspavientos.
(17/01/2009 21:33)