1 -
Uno
no llega a eso por casualidad. Uno se lo busca a conciencia. Uno
debe decidir entre volver a hacer correr bienamada sangre amiga
casi sin querer, inconscientemente, en otro rabioso ataque de
frustración airada o, simplemente, asegurarse de que nadie pagará
los pecados ajenos y mantenerse discreta, afablemente aislado, en una
imperceptible reclusión interior. De los males, el menor: Si no
puedo vencer definitivamente a La Sombra, (pues ella se va
haciendo aún más fuerte con el tiempo, para qué negarlo) sí puedo
alejarla de quienes aprecio, aunque sea a costa de apartarme de
ellos...
2
- Nunca quise decir "Adiós", sino solamente "Hasta Luego".
Pero uno retorna a su
madriguera a lamerse las heridas tras dejarse el pellejo, en vano, en
tan larga como desigual refriega y se encuentra con que, realmente,
sabe que es un estúpido sentimental (deber, honor, honestidad,
lealtad, bla, bla, bla, etc...) y que, con todo, volvería (¡y
volverá!) a proceder de una manera muy similar en situación
parecida... A pesar de constarle que en el Decimoséptimo Infierno no
acaban de tener muy clara las circunstancias de este pobre
animalito.
Dolería
menos si no viniera el menú aderezado con dos despedidas forzosas:
Al fin, (sabía que sucedería y me alegro por ella) una volverá a
su tierra con su gente y no podremos disfrutar más de su sentido
común, callado buen hacer... ni de su timidez; Y sin
La Voluntad, La Mente, El Alma... el Lugar seguirá existiendo, mas
no será jamás el mismo.Enhorabuena a quien avanza, porque
brillante futuro espera al que logra sobrevivir a las
trincheras y sale de ellas sacudiéndose de encima barro y sangre.
¿Inesperada
decisión? No tanto. Para progresar
hay que especializarse
y se sube
hacia arriba... Merece
y merecerá sobradamente sus éxitos, pues no son
obtenidos,
sino duramente conquistados.
Mucho
me temo que no sabrá (tampoco importa) cómo y cuánto uno le
aprecia, admira y añora... ¿¡aunque sea a su pesar (no al mío) una
persona con sus virtudes y defectos, o justamente por éso!?