El
silencio es un grito que no cesa,
tantas
veces sofocado a duras penas;
enquistado
en una mente que estalla,
ahíta
de vacío.
Se
atropellan unas a otras las palabras
ansiosas
por salir
y
respirar de nuevo libres.
Mas,
temiendo al propio peso y sentido,
quedan
paralizadas al borde de la sima
que
separa la sensatez de la locura;
Hasta
que, cobardes e impotentes
fenecen
por asfixia,
víctimas
de sus respectivas sombras.
(28/08/2010)
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